martes, 11 de septiembre de 2012

Aguantando la verga. Pt.2


No quise verla al otro día por miedo a romper esa barrera día/noche, mujer/femme fatale. Preferí esperar a la noche y saciar mi curiosidad.

Después de dar un par de vueltas por la colonia, apareció donde siempre.

-Hola, ¿cómo estás?

-Aquí, aguantando la verga.

-¿Que es aguantar la verga? Lo dices y suena, por tu oficio, a algo que no te molesta.

-No, no es que no me moleste. Mira, la vida es tan complicada. Tienes momentos tan alegres y que disfrutas tanto, como hay momentos horribles que algunos ni siquiera quisieran recordar. Aun así, hay que aguantar. ¿Sabes lo difícil que me resulta trabajar de esto? ¿Tener que soportar que cualquier hijo de puta te coja y te haga como quiera por el simple hecho de tener lo que a algunos les sobra y a muchos nos hace falta? ¿Qué tengas que saciar sus cerdas propuestas? Que si de perrito, que boca abajo, que amarrada, que si por detrás… Eso es aguantar la verga.

Tu estas chavo y eres hombre. Dudo que pase  y no deseo que pases por esto, pero si te puedo decir algo. Allá, allá a dónde vas, lo que quieres ser y en donde quieres estar, habrá mucha gente que te querrá coger. Te pondrán el pie, te tiraran mierda, te criticaran por de dónde vienes y lo que quieres hacer. De ti depende, si te cogen o aguantas la verga. Así es la gente, culera. Y hasta cierto punto puedes esquivar esas situaciones. Pero quien siempre te va a coger es la vida, solita. A ella no le puedes decir que no, la vida es cabrona y te coge porque te coge. Y es ahí donde realmente debes de aguantar la verga. La gente y demás valen verga, van y vienen, cuando estás bien y estas mal. Ellos son los que menos te deben preocupar, por que si lo decides y te lo propones, no podrán cogerte… la vida en cambio, cuando te coja, lo hará, sin más… y lo único que debes hacer es aguantar. ¿Estamos? 

-Sip.

-Ya me dio hueva trabajar, ya vámonos mejor a dar el rol. Solo deja paso a cambiarme y listo.

-Ok.

No pregunte más. No quise y no necesite saber más. Tanta verdad en ella, en esa frase y su explicación no necesitan más. 

Deje de frecuentar a esa familia por cuestiones ajenas a mí, y cuando en una ocasión volví, ya no estaba. Supongo y realmente deseo haya hecho todo lo que me conto y haya dejado de ser la fémina que era por las noches para ser la mujer de mañanas y tardes felices de tiempo completo.  
Dudo algún día reencontrarnos, pero uno nunca sabe… por lo mientras sigo aguantando la verga de la vida, y espero ella también.